Para asegurar el crecimiento de los cultivos que nos alimentan no basta con aplicar fertilizantes, se requiere un suelo en condiciones de sustentar la vida de esas plantas. Al conocer el tipo y las condiciones del suelo para uso agrícola, es posible incrementar su fertilidad mediante la aplicación de mejoradores de suelos. Además, se obtienen resultados superiores en la producción al tener como prioridad el mejoramiento de los suelos, ya que un suelo saludable brinda productos sanos y seguros.
Proteger y mejorar los suelos es la primera tarea hacia la producción efectiva de alimentos saludables y seguros.
Debido a las prácticas agrícolas modernas de los últimos años, se ha visto al suelo como un lugar al cual agregar fertilizantes químicos para obtener plantas, sin tener mucho en cuenta lo que sucede en él. Sin embargo, es de máxima importancia saber que las plantas no sólo necesitan fertilizantes para crecer: también requieren nutrientes y componentes orgánicos provenientes del suelo.
Justo como ocurre con las plantas y animales, el suelo también funciona como un “organismo vivo”, pues respira, se nutre y se reproduce. Asimismo, puede enfermarse e incluso morir. El suelo está vivo porque los micro y macro organismos que viven en él son parte fundamental de ese suelo, ya que sin ellos éste no podría dar vida a ninguna planta. Por eso decimos que un suelo sano crecen plantas sanas y, por lo tanto, nos brinda alimentos sanos y nutritivos.
Primero lo primero
Antes de iniciar con un nuevo cultivo debemos recordar que lo primero es cuidar adecuadamente el suelo en el que se plantarán las semillas. La clave para hacerlo es saber, por medio de un análisis, qué tipo de suelo es y qué microorganismos habitan en él. Todos los suelos se componen de materia orgánica, partículas minerales, agua y aire. Cada tipo de suelo tiene sus propias características, que afectan la aireación y la retención de agua y nutrientes, pero todos pueden ser mejorados.
Una vez que se sabe qué tipo de suelo es, se puede iniciar con el mejoramiento de sus propiedades. No olvidemos que el suelo es lo que se nutrirá, no las plantas en él. Al tener como prioridad el estado del suelo, sin aplicar irresponsablemente fertilizantes como solución a corto plazo, se obtendrán mejores resultados. La manera más sencilla de lograrlo es aplicando un mejorador del suelo.
¿Fertilizante o mejorador del suelo?
Los mejoradores de suelos son recursos naturales que permiten ampliar las propiedades físicas, químicas y biológicas de los suelos agrícolas. Son soluciones que, al ser aplicados en la capa superior del suelo, mejoran su estructura y su fertilidad. Su función principal es mejorar la textura del suelo, facilitando la obtención de agua y aire para las raíces de las plantas.
No hay que olvidar que los fertilizantes y los mejoradores del suelo son soluciones totalmente diferentes: los primeros actúan como alimento para la planta, los segundos favorecen la estructura del suelo. Aunque en algunos casos un mejorador del suelo también actúa como fertilizante, ya que aporta nutrientes a las plantas.
Beneficios de los mejoradores del suelo
- Aumentan la materia orgánica – Este efecto favorece la vida microbiológica del suelo, manteniéndolo vivo y con mayores posibilidades para el crecimiento de plantas sanas. Asimismo, el aumento de materia orgánica también ayuda a la retención del agua de forma balanceada, además de disminuir la frecuencia de riego y el riesgo de plagas.
- Mejoran la aireación – El balance de aire en los suelos ayuda al desarrollo de las raíces de las plantas. Si la raíz tiene una buena estructura, la planta tendrá un mejor acceso a nutrientes y crecerá sana.
- Mantienen la humedad – Este beneficio se refleja en el mejoramiento del ambiente bioquímico del suelo, lo cual significa un mayor aprovechamiento de los nutrientes aplicados al suelo, permitiendo que lleguen rápidamente a las raíces.8 También reduce el efecto sustancias contaminantes y promueve la actividad biológica del suelo.
- Regulan la temperatura – Permiten que las plantas obtengan la temperatura adecuada para su desarrollo
- Promueven la fertilidad – Esto se logra gracias a que los mejoradores de suelo combaten problemas de sales, iones tóxicos, parásitos o patógenos en el suelo.
Tipos de mejoradores del suelo
Mejorador del suelo orgánico:
- Humus de lombriz: mejora la fertilidad del suelo y la actividad microbiológica.
- Soluciones creadas con biotecnología: promueven la actividad de microorganismos nativos del suelo, mejorando su estructura a nivel físico, químico y biológico.
Mejorador del suelo inorgánico:
- La cal, que aumenta el pH del suelo, reduciendo la acidez
- El azufre el cual reduce el pH del suelo, aumentando la acidez.
Hacia la mejora de los suelos
Siendo la agricultura una de las actividades en que es indispensable el aprovechamiento de todas las propiedades del suelo, es de suma importancia que los agricultores procuren el estado de sus suelos. De esta manera es posible aumentar su productividad y obtener alimentos de calidad, seguros y nutritivos.
Al aplicar un mejorador de suelo se obtienen incontables beneficios que permiten la adecuada rentabilización del capital biológico, evitando pérdidas en la producción y en la economía de los agricultores.
¡Comienza ya a cuidar de tu suelo y obtén resultados favorables en tus cultivos!
Fuente:
solenaverde.com