Muchas veces el boca a boca es la mejor promoción para un producto o servicio, y en una historia que ya abarca 50 años lo que han dicho y dicen los productores de Promesol, ha sido parte importante para el desarrollo y expansión del producto en América Latina. Bien lo sabe Manuel Garibay, productor de Zamora, en Michoacán, quien conoció hace 25 años este producto, gracias a los comentarios de un amigo de su padre. Desde entonces, esta formulación y después Promesol 5X, se han transformado en el ‘caballito de batalla’, para el acondicionamiento y mejoramiento de los suelos donde desarrolla sus cultivos.
Manuel Garibay nunca tomó la decisión de dedicarse a la agricultura de la noche a la mañana. Todo lo contrario. Proveniente de una familia de agricultores, desde pequeño veía cómo su padre atendía sus campos de papas y fresas ubicados en Zamora, Michoacán, en la zona de Tangancícuaro. El gusto por ese oficio fue decisivo para dar el que, quizás, sería una de las decisiones más importantes de su vida: estudiar agronomía y empezar a desenvolverse en una actividad que no era del todo desconocida para él.
Tras titularse de ingeniero agrónomo, inicia su andadura profesional en un campo propio para luego incorporarse a una firma de agroquímicos, donde trabajó durante unos quince años. Después de esa experiencia entra a trabajar en la empresa que actualmente dirige: Agrícolas Superior. Productivamente hablando, siguió los pasos de su padre, cultivando papas hasta que el tubérculo dijo basta. Exiguos retornos hicieron que el cultivo no fuese viable entre los agricultores y muchos de ellos -incluidos Manuel-, decidieron no seguir sembrándolo e iniciar un cambio de rumbo hacia los berries que, por entonces, gozaban de mayores retornos económicos para los productores. Las papas quedaron en el olvido para este agricultor y hoy sus energías las concentra en la producción de berries, que cultiva bajo invernadero.
EL PRIMER ACERCAMIENTO A PROMESOL Y RESULTADOS NOTORIOS DE INMEDIATO
Su primer acercamiento con Innovak Global fue hace unos veinticinco años, y lo recuerda como si fuese ayer. Junto a su padre se dedicaban al cultivo de papa y un amigo de este, José Elizondo, pepero de Chihuahua, fue quien le recomendó un producto llamado Promesol, que por entonces fabricaba y distribuía una empresa llamada Proquisa, hoy Innovak Global.
Sin embargo, había que buscar el producto en Zamora y lo encontraron en el centro de distribución y las primeras aplicaciones las realizaron en un ‘suelo negro’, que es como en esa zona del país identifican a los terrenos arcillosos.
El agricultor afirma que con Promesol, “la diferencia fue muy notoria”. Tanto así, que las papas fueron mejorando su forma y calibre de un año para otro, en aquellas tierras donde habían aplicado este producto.
“Se había emparejado la cosecha”, sostiene Garibay sobre un producto que les ayudaba también a mejorar la calidad de las producciones y que era aplicado vía riego, a través de un sistema llamado ‘riego rodado’. Su funcionamiento era sencillo. Se ponía el tambor de producto y se le adaptaba una llave que, cuando se abría comenzaba a gotear, el riego iba distribuyendo el producto.
“Lo aplicábamos iniciando la plantación, en la siembra y también en algunos riegos para flocular el suelo y que fuera más fácil la cosecha. Aún no se trataba de Promesol 5X, por lo cual se trabajaba con dosis altas entre 30 l/ha y 40 l/ha. Posteriormente, conocí los resultados y observé la diferencia que había entre aquellos campos tratados y aquellos que no”, recuerda sobre un producto que llegaba a los campos en tanques y barriles de 200 litros”, recuerda Manuel.
A medida que pasaban las campañas, Manuel y su padre observaron otros beneficios del producto desarrollado por Innovak Global., “En la última etapa del cultivo aplicaba Promesol para evitar los agrietamientos. Vimos que teníamos menos desechos, menos papas verdes y contábamos con un suelo menos compactado, ya que aquí en Zamora los suelos son muy duros. Este producto nos ayudaba a la hora de la cosecha, a que el suelo fuera más blando en las etapas finales, evitando el daño mecánico al tubérculo”, explica el agricultor.
No solo eso, porque además comprobaron que se obtenía un mejor desarrollo del tubérculo y un mayor porcentaje de papas de primera y segunda categoría, reflejándose en tamaños más grandes, mejorando los rendimientos.
UN PRODUCTO ESENCIAL EN LAS ESTRATEGIAS DE ACONDICIONAMIENTO DE SUELO
Promesol desde sus inicios destacó como un producto esencial en las estrategias de acondicionamiento de suelos. Ayudaba a la absorción de nutriente, mejorando el desarrollo y exploración de las raíces, aprovechando mejor el fertilizante que se aplicaba una vez durante el ciclo. Posteriormente, solo se hacían dos a tres descargas, en las cuales los productores también aplicaban calcio y potasio. Tras comprobar que la implementación de esta estrategia los volvía más competitivos en el mercado, Garibay y su padre decidieron implementar un programa de aplicación en temporada de Promesol.
Por esos años, la compactación de suelo y el hecho de contar con terrenos arcillosos, eran problemáticas que estaban presentes día tras día en la cabeza de los agricultores. Para evitarlo, debían contar con una cama siempre sana para tener suelos descompactados y permeables, con poros oxigenados.
“Nuestra solución fue Promesol. Yo observaba que donde lo aplicaba (al momento de la siembra), la planta se desarrollaba mejor, obteníamos mejores raíces y a los treinta días teníamos una planta más emergida. Como teníamos estos resultados, volvíamos a aplicar 30 l/ha de Promesol, y observaba que la raíz se veía cada vez. Al momento de la cosecha teníamos más tubérculos productivos”, precisa Manuel Garibay, y añade que hoy su programa de acondicionamiento y mejoramiento de suelo en el cultivo de berries tiene a Promesol 5X como protagonista. Se trata de un producto que se orientó a suelos compactos y que no necesariamente tuviesen sodicidad, pero sí alto contenido de arcillas y bajo contenido de materia orgánica.
“Le doy un impacto de inicio de 8 l/ha y cada quince días agrego 4 l/ha, todo aplicado al sistema de riego”, precisa, sobre una estrategia que lo que hace es mantener una cama desfloculada y una planta con raíces sanas donde la necrosis no se esparce tan rápidamente. Este manejo beneficia aquellos productos a base de microorganismos que también implementa en los diferentes campos que maneja, donde hay un mayor porcentaje de raíces sanas.
Todo lo anterior es clave para aumentar los rendimientos productivos. Solo en los huertos de Garibay la pasada campañas cosecharon un promedio de 8.000 cajas por hectárea tras varias pasadas. “Es un ganar-ganar. Tenemos un buen suelo, podemos tener buenas raíces. Las raíces son las bocas de las plantas y eso será el reflejo de una buena producción” finaliza Manuel, un agricultor que, como él mismo se define: ‘productor e ingeniero desde la raíz’.
Fuente:
Redagrícola