Seguido nos enorgullece hablar de nuestra agricultura, destacamos lo privilegiado de nuestras regiones, con climas muy aptos, suelos y condiciones que nos aportan para ser una agricultura de clase mundial.
El desarrollo de las industrias agrícolas ha sido exponencial, y muchos de los retos han logrado ser dominados, superados o controlados. Pero cuando hablamos de la protección de cultivos, bueno ese mismo clima ideal que tanto se presumen, y la actividad siendo tan intensiva, misma que nos ha permitido ganar liderazgos productivos y de exportación en diversos productos, también ha propiciado que el manejo y control de plagas siga siendo el gran dolor de cabeza de la industria.
El manejo de plagas sigue siendo de los retos más importantes que tiene la agricultura intensiva, pues huertos y parcelas con altas densidades, hortalizas bajo condiciones de agricultura protegida, aun con sus altas productividades que se logran, también están relacionas con el manejo de especies altamente invasivas, plagas secundas y las enfermedades o daños que todas estas propician. Hablar de su protección y control es una conversación muy amplia.
Como primer reto es plantearse el cómo incorporar un control efectivo para lograr una efectiva protección de los cultivos, tanto para las nuevas especies como las que son de incidencia, y que estos no comprometan a los controles de las plagas ya en uso.
Luego, es el cómo cuidar y respetar al medio ambiente, suprimir la residualidad que ocasiona rechazos en los mercados destinos o evitar que se pudieran comprometer la salud de quienes trabajan en los campos o del consumidor final, cuya salud siempre debería ser una prioridad.
Esto no ha sido fácil ya que, por lo general, el control de las plagas suele basarse en insecticidas de amplio espectro que comprometen mucho todo lo que hoy en día queremos cuidar. Los métodos biológicos de control han sido una gran alternativa, sin embargo, cuando el problema es mayor, se ha tenido que recurrir a soluciones químicas convencionales, perdiendo todo el sentido que se buscaba con el control biológico.
Esto es el círculo vicioso y el problema es similar cuando uno padece de un dolor crónico, ante la falta de soluciones sin consecuencias que pudieran afectar o comprometer aun más la salud, mejor se aprende a vivir con él.
Afortunadamente VESTARON, es el aliado que estábamos esperando, ya que su experiencia e investigaciones, han logrado resolver el círculo vicioso de la protección de cultivos, convirtiéndose en el valioso aliado de los agricultores en Norte América, logrando sorprendentes resultados en diversos cultivos donde la incidencia de plagas ha sido históricamente alta, recurrente y de continua evolución.
VESTARON está liderando una revolución basada en el uso de péptidos como innovación química para la protección de cultivos. Esta compañía está haciéndose presente en México para proveer a los agricultores alternativas novedosas, seguras y eficaces. Gran parte de su revolución se basa en el uso de péptidos como insecticidas que superan los problemas de resistencia existentes. Igualmente ofrecen un perfil de seguridad deseado por los trabajadores, los organismos beneficiosos y el medio ambiente.