Operación del invernadero de mediana tecnología
En nivel tecnológico puede ser considerado de acuerdo a la cantidad de sistemas auxiliares que permiten el control de variables directamente relacionadas con la producción del cultivo. No obstante, el mínimo con que debe contar este sistema de producción, es con el sistema de riego debido a que es una estructura cerrada, y no tiene alternativa para satisfacer necesidades hídricas. Luego entonces la operación del invernadero, estará en función de los sistemas auxiliares. Así mismo, la operación depende en gran medida del tipo de estructura, y del tipo de cubierta o material. Por ejemplo, un invernadero tipo túnel con ventanas laterales, contra una malla sombra, o un invernadero tipo cenital con ventanas laterales, frontales, cenitales, etc. tienen operaciones diferentes.
En función de las características del invernadero y atendiendo las necesidades del cultivo, se puede dividir la operación del invernadero básicamente en tres grupos: operación del sistema de riego o fertirriego, que incluye la solución nutritiva y el sistema de inyección; operación del sistema climático, independientemente que sea pasivo o mecánico, lo cual incluye el control de las principales variables inherentes al rendimiento potencial del cultivo, y que se encuentran básicamente en el proceso de fotosíntesis: Agua y CO2 en presencia de radiación; como consecuencia de la radiación temperatura y humedad y luego todas las demás al y la relación de estas con el tipo de cultivo, aunque esto no sea propiamente operación del invernadero sino complemento a las dos primeras.
Sistema de riego y fertirriego: Garantizar una cosecha homogénea tanto en calidad como en tiempo, depende en gran medida de la operación del sistema de riego, y en invernadero generalmente puede ser usado indistintamente Fertirriego, ya que al mismo tiempo de que se riega se fertiliza; es decir, que la solución nutritiva utiliza el sistema de riego como vía de aplicación.
El primer paso para la operación del sistema de riego en invernadero, parte del hecho que el diseño del mismo cumple con la eficiencia establecida, y en consecuencia la idea de operarlo es garantizar que funcione como fue diseñado. Dos variables son básicas en este punto: caudal o gasto y presión del sistema.
La idea de verificar la presión y el caudal de los emisores es para garantizar que la variación de caudal entre el emisor más cercano y el más lejano no se mayor al 10 % y que la diferencia de presiones entre estos mismos emisores no supere el 21%. En caso contrario, el sistema está operando de manera deficiente y en consecuencia la aplicación de fertilizantes también es ineficiente lo que se va a traducir en un desarrollo heterogéneo del cultivo, es decir, unos frutos más grades que otros.
Idealmente, un procedimiento general para el mantenimiento puede ser abordado como sigue:
1. El tablero: al iniciar el riego revisar y verificar que funcione, es decir, botones de encendido y apagado, conexiones, amperaje, voltaje, sistema de cableado, etc.
2. Cabezal de filtración: Ya sea de lavado automático o manual, es necesario revisar la diferencia de presiones antes y después del filtro. Un indicador de que el sistema de filtrado está funcionando bien, es cuando en los emisores no hay taponamientos. Es necesario el lavado de filtros periódicamente, si el agua es mala, después de cada riego.
3. Cabezal de bombeo: revisar el binomio eléctrico mecánico y su acoplamiento. Evitar ruidos diferentes al bombeo y vibraciones. Si esto se detecta, el bombeo tiene problemas, parar y revisar.
4. Inyección de la solución nutritiva: en forma dosificada
5. Válvulas, control de presión y gasto
6. Tuberías, obturaciones, fugas.
7. Emisores, taponamientos, rupturas, uniformidad.
Operación del clima del invernadero: El clima del invernadero, o ambiente, o atmosfera, es el resultado de la combinación de diversos factores climáticos. Los más importantes y que están directamente relacionado con el confort ambiental de la planta son: Radiación, Temperatura, Humedad, Viento y dióxido de carbono.
El mantener un ambiente adecuado para el cultivo, significa que los promedios de estos valores oscilen en:
Radiación: Estudios realizados (Boulard, Lorenzo, Bailey) indican que la planta requiere alrededor de 400 w m2 de radiación para fotositentizar.
Temperatura: MINIMA DE 10 MAXIMA DE 30
Humedad: dependiendo de la etapa, desde 40 MAXIMA DE 80
Viento: rapidez no mayor a 1 m s-1
Dióxido de carbono: Superior a los 200 ppm, recomendable 300-350 ppm.
Cultivo: Para complementar riego y clima, es necesario “operar” el cultivo, es decir, las labores culturales entre las que desataca la poda, tutoreo, polinización en su caso, y mantenimiento en general.
Un invernadero, es una estructura capaz de “adaptar” su interior para proveer las mejores condicionas a sus habitantes, si el habitante es una planta, es básico conocer los requerimientos de la planta. Desde el punto de vista agronómico se recomienda operar el invernadero para:
Mantener la temperatura adecuada, durante el día la radiación que es la principal fuente de calor, debe ser almacenada en el suelo para que en la noche pueda ser liberada y evitar la reducción de temperatura por debajo de la mínima del cultivo; para esto se aconseja mantener los plásticos limpios y con una transitividad superior al 70 %. Si durante el día, este ingreso de radiación acumula temperaturas cercanas a los 40 °, es necesario la apertura de ventanas, el sombreo y el riego a los cultivos para reducirla; puede hacerse una actividad a la vez o varias dependiendo del nivel de temperaturas.
Para evitar la inversión térmica por la noche, se recomienda cerrar el invernadero y que este sea lo más sellado posible, sin embargo, esto traerá como consecuencia el agotamiento del CO2 y en consecuencia hay que abrir las ventanas en cuanto la temperatura se empiece a equilibrar por efecto del sol.
Cuando lo anterior no es posible de manera pasiva, es necesario recurrir a formas mecánicas de calentar o refrigerar, y la inyección carbónica. Es conveniente tener un sistema de monitoreo básico, con temperatura.
La producción de cultivos en agricultura intensiva es un reto donde no solo es necesaria la existencia de tierra y agua como insumos necesarios y fundamentales, sino que el factor humano debe encontrar la combinación idónea de los recursos físicos, químicos, biológicos y hasta culturales para lograr productos de calidad con precios competitivos.
Fuente:
Hortalizas.com