Las feromonas son una excelente tecnología que puede ser usada para hacer un más eficiente manejo integrado de plagas (MIP). Son idénticas a lo natural y no acarrean amenaza alguna al ambiente.
Aunque hay algunas escasas publicaciones que indican otra cosa, pocas personas creen en la posibilidad de que se produzca resistencia contra las feromonas. Este mercado se basa en la confianza, ya que a menudo no resulta fácil juzgar la calidad de un producto comercial por su apariencia. El ámbito global de los semioquímicos se estima en US$430 millones a nivel de fabricantes en 2016, y ha mostrado en los últimos cinco años una tasa de crecimiento compuesto sobre 17% al año, levemente superior a la del mercado de biopesticidas en su conjunto. William Dunham, Socio-Gerente en la empresa Dunham Trimmer, editor de 2BMonthly
El nombre ‘Semioquímicos’
‘Semioquímico ´viene del griego semeion, que significa ‘señal’. Corresponde a un término genérico usado para sustancias o mezclas químicas que conducen un mensaje con un objetivo comunicacional. La OCDE los define como químicos emitidos por las plantas, animales y otros organismos –o análogos sintéticos de tales sustancias– que gatillan una respuesta fisiológica o un comportamiento en individuos de la misma u otra especie. La EPA, de EE UU, define las feromonas para efectos de registro como “semioquímicos producidos por individuos de una especie que afectan el comportamiento de otros individuos de la misma especie”.
La comunicación semioquímica se divide en dos grandes categorías: comunicación entre individuos de la misma especie (intraespecífica) o entre diferentes especies (interespecífica). La comunicación intraespecífica es la más importante en agricultura.
Dos grupos de sustancias
Hay dos grupos de semioquímicos: feromonas y aleloquímicos. Las primeras son producidas por individuos de una especie para modificar el comportamiento de otros individuos de la misma especie (un efecto intraespecífico). Las feromonas de lepidópteros de cadena lineal (SCLP, sigla en inglés) son un grupo consistente en compuestos alifáticos ramificados que tienen una cadena de 9 a 18 carbonos, conteniendo hasta tres dobles enlaces y terminando en un grupo funcional de alcohol, acetato o aldehído. Esta definición estructural abarca la mayoría de las feromonas conocidas generadas por insectos del orden Lepidoptera, el cual incluye mariposas y polillas.
Por otra parte, los aleloquímicos son semioquímicos producidos por individuos de una especie que modifican el comportamiento de individuos de otra especie (efecto interespecífico). Incluyen las alomonas (benefician al emisor), kairomonas (benefician al receptor) y sinomonas (benefician a ambas especies).
Dos usos primarios en aplicaciones agrícolas
La detección e identificación de más y más semioquímicos a partir de un mayor número de insectos ha permitido una notable expansión de su uso en el agro durante los últimos años.
Hemos perfeccionado nuestra visión actual de las limitaciones y posibilidades asociadas con los semioquímicos en los programas de MIP. Hay dos usos primarios: 1) para la detección y monitoreo de poblaciones de plagas; 2) para control a través de la confusión sexual (disrupción del apareamiento), atracción y eliminación, y captura masiva. Ambos usos sacan ventaja de las feromonas sexuales, de las cuales depende la reproducción de una vasta mayoría de plagas.
El monitoreo se usa para detección temprana de insectos, a menudo en niveles de infestación que no serían detectables sin su empleo. La detección temprana permite un MIP más eficiente, al optimizar el momento de aplicación de insecticidas y calcular la eficacia de las opciones de control. Los patrones de distribución de los insectos pueden ser evaluados en campos o lugares particulares, así como ser determinados para la época del año.
Distintas fuentes indican que alrededor de un cuarto de la utilización de semioquímicos se orienta a la detección y monitoreo, estimando su valor en el mercado mundial en el orden de los 100 millones de dólares, y su cobertura en alrededor de 20 millones de hectáreas (ha). Un factor importante que está impulsando el empleo de semioquímicos en el monitoreo de las poblaciones de insectos es la disminución de uso de pesticidas convencionales. El conocimiento de la población de las plagas claves posibilita elegir el mejor momento de aplicación para un control más completo con una cantidad menor de agroquímicos.
El aprovechamiento de tecnologías como los sensores remotos ha reforzado la utilización de semioquímicos como una herramienta eficiente en el cálculo de la infestación y de la oportunidad de las aplicaciones de plaguicidas sin tener que revisar físicamente cada trampa ni visitar el campo múltiples veces. Los datos pueden enviarse directamente a un smartphone, mejorando la oportunidad de las decisiones y disminuyendo la pérdida de tiempo.
Un modo de acción no tóxico
En su utilización para control de plagas en agricultura, los semioquímicos son únicos en cuanto a no dañar a los insectos, sino más bien modificar su comportamiento, interfiriendo con el proceso de apareamiento. Adicionalmente, son específicos para cada especie, vale decir que cada tipo de insecto necesita el desarrollo de un determinado de compuesto que solo actúa sobre él. Las concentraciones en los semioquímicos empleados en MIP agrícolas están en las concentraciones que se encuentran en la naturaleza o muy cercanas a ellas, y se disipan rápidamente. Esta es la base para los programas de registro diseñados por las distintas autoridades en el mundo, y es la razón por la cual vemos la inusual situación en que un químico sintético producido en una fábrica se encuentra entre los programas autorizados de control biológico de los países. Los estudios han revelado de forma consistente que el uso de los semioquímicos tanto en el monitoreo como en la confusión sexual no muestra una alteración significativa de sus niveles encontrados en el ambiente, y que se disipan velozmente a niveles indetectables, de manera que representan un bajo riesgo potencial para el medio y la salud humana.
Además, muchos productos de uso final se formulan en dispensadores pasivos (fibras huecas, cintas) que se traducen en una reducida exposición para humanos u organismos distintos a los que son el objetivo. Los factores mencionados minimizan el peligro de efectos adversos de los semioquímicos.
Las tasas de aplicación son típicamente bajas y comparables a las emisiones naturales. Las liberaciones de semioquímicos por razones de control de plagas (excepto tal vez por los repelentes) tienen poca probabilidad de exceder de manera considerable las emisiones naturales, porque su efectividad depende del sistema olfatorio de los artrópodos, ajustado a esos niveles. Los machos del género Lepidoptera responden clásicamente a un rango discreto en la concentración ambiental de feromonas, con la consecuencia de que un alto nivel de las mismas puede ser menos efectiva que una tasa intermedia. La tecnología para controlar la liberación adecuada es crítica en la ralentización y extensión del efecto de la feromona durante todo el periodo de vuelo del insecto, habitualmente de 4 a 8 semanas (Howse, Stevens y Jones, 1998).
Fuente:
Para hacer mas eficiente el manejo MIP debe combinarse las feromonas o la semioquimicos con el uso de microbiologia benefica como puede ser el uso de Bacillus thuringensis mas la beauveria.
primero trampeamos con los semioquimicos o feromonas y una vez que sabemos que insectos es aplicamos la microbiologia benefica y con eso es seguro el control biologico, tengo 4 años haciendolo en el cultivo de maiz, y me a dado buenos resultados ya no aplicos insecticidas quimicos para el control de cogooleros
saludos
En la actualidad ya se ven inicios de adoptar esta cultura con productores de campo.