La mayoría de los cultivos en invernadero necesitan protección contra la luz solar y las altas temperaturas durante el verano. En la actualidad, los recubrimientos líquidos para invernadero o pintura de sombreo están remplazando el uso de cal más que nunca. Estos recubrimientos son muy fáciles de aplicar, fáciles de remover y proveen una cobertura uniforme.
La mejor manera de mantener el calor afuera del invernadero es repeliendo los rayos infrarrojos. Por esta razón los productores tradicionalmente han rociado con cal sus invernaderos o utilizado malla sombra para bajar la temperatura. Una opción más moderna es la aplicación de pintura de sombreo, la cual está diseñada con compuestos especiales para reducir la radiación, es mucho más durable para el uso en el exterior del invernadero y es más práctica que la instalación de malla sombra.
Fácil de usar
Las pinturas de sombreo han estado en el mercado por más de 25 años y muchos productores se han beneficiado de este tipo de recubrimiento para invernaderos. La pintura es muy fácil de aplicar, y debido a su estado líquido se mezcla fácilmente con agua y evita taponamientos en las boquillas de los sistemas de aspersión. Además, las pinturas de sombreo son más durables, resistentes a las inclemencias del tiempo y más fáciles de remover del invernadero que la cal.
Reducción de 5°C en promedio
El aplicar un recubrimiento líquido de sombreo sobre el exterior del invernadero cambia la circunstancia de la luz en el interior. Esto tiene un impacto en el crecimiento y desarrollo de las plantas. Las pinturas especializadas para el sombreo de los invernaderos son resistentes a la lluvia y reducen la temperatura promedio en el interior del invernadero, en ocasiones hasta 5°C. Esto es un gran beneficio tanto para las plantas como para los trabajadores dentro del invernadero.
La pintura de sombreo puede ser aplicada en invernaderos de vidrio, plástico y otros tipos de cubiertas plásticas para invernadero. Cuando se aplica la pintura de sombreo a un invernadero de plástico, también se extiende la vida del plástico, ya que el recubrimiento bloquea parte de los rayos UV que lo dañan. Otra ventaja de la pintura de sombreo es que puede ser aplicada a paredes o puntos específicos del invernadero en donde existe mayor exposición a rayos infrarrojos. Para remover el recubrimiento simplemente se le aplica un agente limpiador, y después de su aplicación puede ser removido con agua o dejar que la lluvia se encargue de lavarlo.
Los recubrimientos permiten una eficiencia máxima de la fotosíntesis.
Entre mayor cantidad de luz se tenga, mejores serán los rendimientos, pero en cierto momento las hojas más altas del cultivo llegarán a su máxima capacidad. Entonces es mejor distribuir la luz disponible a lo largo de todo el cultivo. Esto se puede ver en la curva de reacción de la fotosíntesis.
Para cada cultivo, una alta intensidad lumínica resultará en un incremento neto de fotosíntesis en una sección específica. El incremento en esta sección es casi proporcional al incremento en intensidad lumínica. Esta relación es constante solo hasta cierto punto. Al llegar a un máximo, la eficiencia de la fotosíntesis es horizontal, y puede comenzar a decrecer si la intensidad lumínica continúa incrementándose. En este punto una mayor intensidad lumínica puede dañar la planta. La relación de intensidad lumínica y fotosíntesis es diferente para cada cultivo, y también el punto máximo de eficiencia; sin embargo, la curva de la gráfica es siempre la misma. Comienza en un punto dónde el total de la fotosíntesis a un bajo nivel de intensidad lumínica es negativo. Esto ocurre debido a que la planta siempre está respirando y consumiendo otros compuestos.
Si no hay luz suficiente, el consumo de compuestos de la planta será mayor que la producción, pero cuando la intensidad lumínica incrementa, la producción de glucosa también incrementa rápidamente. Esta es la parte de la gráfica con una inclinación más pronunciada en donde la eficiencia incrementa. Posteriormente se presenta el punto máximo de eficiencia en donde ya no hay incremento, y eventualmente la eficiencia decrecerá si la intensidad lumínica continúa aumentándose. La reducción en la eficiencia y el daño al proceso de fotosíntesis ocurre principalmente en países donde la intensidad lumínica es muy alta, pero también en regiones templadas como Holanda, en donde ciertas plantas que prefieren la sombra pueden recibir una mayor intensidad lumínica de la que necesitan y ser dañadas.
Mejor distribución de la luz
Cuando la incidencia de rayos infrarrojos es alta, las hojas que se encuentran en la parte alta del cultivo están a su máxima capacidad. La intensidad lumínica adicional no refleja un incremento en la fotosíntesis y puede ser dañina. Mientras tanto, las hojas ubicadas en la parte baja del cultivo se encuentran lejos de su máxima capacidad de producción y se beneficiarían grandemente de un incremento en la intensidad lumínica. La gráfica anterior hace más fácil entender el efecto de los recubrimientos en el invernadero. Un recubrimiento que repele los rayos infrarrojos asegura que las hojas ubicadas en la parte superior de la planta no lleguen al punto en donde la eficiencia comienza a declinar y la intensidad lumínica es dañina. De esta manera la planta continúa produciendo de manera óptima. Además, al repeler los rayos infrarrojos se asegura que la temperatura de la planta no sea muy alta.
Los recubrimientos para invernadero ayudan a distribuir la intensidad lumínica de manera más equitativa en todo el invernadero, tanto de manera vertical como horizontal. Debido a la distribución vertical de la luz, las hojas ubicadas en la parte alta de la planta se encuentran a un nivel de eficiencia similar a las hojas de la parte baja de la planta –la parte de la gráfica con la inclinación más pronunciada. Este es el punto de eficiencia que queremos mantener en toda la planta y que es alcanzado solo con una distribución de la intensidad lumínica más equitativa en todo el invernadero.
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