Para muchos productores en regiones con inviernos muy fríos, el vidrio ha sido, tradicionalmente, la opción por defecto. Sin embargo, con los precios actuales del gas, los productores buscan alternativas para reducir la pérdida de calor dentro del invernadero. «El ahorro de energía empieza en ese punto», dice Jelle Boeters, de Filclair en Los Países Bajos. El estudio llevado a cabo por la empresa muestra que el uso de cubiertas de plástico puede reducir la demanda energética hasta un 28%. «Se considera que el plástico tiene una menor transmisión lumínica que el vidrio. Sin embargo, la estructura de un invernadero de plástico es mucho más delgada, por lo que llega más luz a las copas de las plantas».
«Los invernaderos son unos captadores de luz impresionantes, pero en cuanto deja de haber radiación, el calor se agota muy rápidamente. Hemos visto invernaderos de plástico con un mejor aislamiento y que, por tanto, limitan la pérdida de calor, pero queríamos saber exactamente cuánto podría ser y desde qué punto sería interesante para los productores».
Así pues, se utilizó el software Hortinergy para comparar un invernadero de vidrio con uno de plástico. Se trata de un programa informático que simula el clima interior y el consumo energético de un proyecto de invernadero. Se utilizaron los coeficientes térmicos de los materiales, según la norma internacional de invernaderos. Se compararon cuatro tipos de invernaderos: vidrio simple sin pantalla, vidrio simple con una pantalla, doble plástico sin pantalla y doble plástico con pantalla. Con toda esta información, se calcularon las necesidades de energía térmica de los invernaderos a lo largo de un ciclo completo de tomate, del 1 de diciembre al 31 de octubre.
Las cifras finales hablan por sí solas. La simulación de Hortinergy muestra que el invernadero de vidrio simple sin pantalla utilizaría 381 kWh/m² al año para calentar el invernadero a 20 grados centígrados durante el día y a 16 grados centígrados durante la noche. Con una pantalla, esta cifra bajaría a 290 kWh/m². Un invernadero de doble plástico necesitaría solamente 252 kWh/m² para alcanzar los mismos niveles de temperatura a lo largo del año. Si le añadimos una pantalla, el resultado sería una necesidad energética de 207 kWh/m².
Transmisión de luz
«El vidrio es también la opción estándar para los productores en regiones de inviernos extremos, pues la transmisión de luz del vidrio es mayor que la del plástico», continúa Jelle. «Esto es cierto: si se comparan dos invernaderos con la misma forma y estructura, la cubierta de doble de plástico dejaría pasar menos luz. Sin embargo, como la película pesa menos que el vidrio, toda la estructura es mucho más fina con las mismas cargas». Si se compara en el software Hortinergy un invernadero Venlo 2×4 con la estructura Filclair AERO+, que tiene una cumbrera mucho más baja que la competencia, resulta que en la infraestructura AERO+ se mide un 17% más de luz. «Una estructura de invernadero más fina se traduce en menos sombra en comparación con las estructuras más grandes de invernaderos de vidrio».
Sustitución del plástico
El plástico de los invernaderos se tiene que sustituir cada tres años. «Por esto también algunos productores prefieren los invernaderos de vidrio: quieren ahorrarse la molestia de cambiar el plástico. Otros, sin embargo, lo prefieren, pues siempre están al día de la última tecnología de plásticos del mercado. Con el uso de doble plástico y una estructura especial patentada, nuestro invernadero está más protegido del aire y de los insectos que los de la competencia. Con la instalación de una doble capa, los productores también pueden elegir entre muchas configuraciones en función de si necesitan una capa difusa o clara. O pueden optar por un plástico refrigerante para dispersar la luz, a fin de que la temperatura baje durante el verano. Además, a los invernaderos de plástico se les pueden aplicar recubrimientos.
Mayor distribución
En los últimos meses, la empresa ha notado que los productores de las regiones que, tradicionalmente, usaban invernaderos de vidrio buscan opciones de plástico. «Noruega, por ejemplo», detalla Jelle. «Antiguamente, los invernaderos de plástico solo se consideraban adecuados para las regiones meridionales, pero las estructuras de plástico actuales son más similares a las estructuras de vidrio. Además, la inversión inicial en nuestra estructura es más ventajosa. Pero no es esa la principal ventaja; realmente, es el 25% menos de demanda de calefacción», concluye Jelle.
Con los precios del gas anteriores, estas cifras también eran relevantes, pero con los precios actuales del gas, puede suponer la diferencia entre perder dinero, alcanzar el umbral de rentabilidad o ganar beneficios. Al fin y al cabo, es el retorno de la inversión lo que cuenta».
Para más información:
Jelle Boeters
Filclair
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www.filclair.com
Fuente:
FreshPlaza.com