Ventajas de la industria, post COVID-19

Las empresas ligadas a la agricultura, como proveedores de tecnología, servicios, capacitación o conocimientos también verán redoblada su demanda por el ingreso de estos nuevos actores a los emprendimientos de proyectos agrícolas

El mundo está en plena crisis sistémica producto del COVID 19, por lo que es imposible hacer el más mínimo cálculo certero de los daños que dejará a su paso. Aún no hay ningún país que haya superado la crisis totalmente y la gran mayoría se encuentra en pleno proceso de propagación del virus. Incluso en algunos recién comienza.

Sin embargo, esto no es impedimento para reflexionar y evaluar de manera primaria los posibles escenarios que se pueden crear en un futuro cercano de acuerdo con el comportamiento de la sociedad y al desarrollo de la pandemia. Sobre todo, si las consecuencias que ha ocasionado en el mundo son similares. Hay muy pocos matices de diferencia en cuanto a las repercusiones en cada país. La diferencia ha estado en el tratamiento preventivo que cada nación ha decidido para enfrentar el virus y sus consecuencias.

En un primer approach hay consenso que la producción, transporte, distribución y abastecimiento de alimentos agrícolas es un elemento estratégico y vital para la sobrevida humana, y desprendiéndose de esto, los alimentos frescos y saludables son los que se privilegian al consumo.

Mayor demanda

Esta premisa abre grandes oportunidades para el desarrollo de la industria frutícola en el mediano plazo, especialmente a la industria productora de cultivos con propiedades nutracéuticas. Como el arándano y otros.

En los mercados del mundo se duplicará la demanda por el consumo de alimentos saludables y frescos. En los orgánicos la demanda y los valores pueden subir de manera exponencial.

Más I+D

Por otro lado, la propia actividad agrícola ha cobrado mayor importancia para la sociedad, por lo que los Estados destinarán más recursos humanos y materiales para la investigación y el desarrollo del sector en la perspectiva de que con ciencia y tecnología se logren resultados de mayor productividad y calidad de los productos.

Más inversionistas

En el mundo de las empresas y los negocios también se producirá un regreso a la inversión en proyectos ligados a la agricultura, porque se demostrará que es una de las actividades menos dañadas por la paralización del mundo, al contrario, se privilegia su producción como cuestión de Estado.

En este sentido, las empresas ligadas a la agricultura, como proveedores de tecnología, servicios, capacitación o conocimientos también verán redoblada su demanda por el ingreso de estos nuevos actores a los emprendimientos de proyectos agrícolas.

Más mano de obra

Finalmente, el gran problema de la industria en el último tiempo ha sido la escasez de mano de obra, cuestión que también observará un cambio radical, porque mucho recurso humano que había emigrado a proyectos mineros o a construcciones urbanas, volverá a la actividad agrícola industrial empujado por la cesantía, la rebaja de salarios, o la cercanía con sus familias.

Son muchas las oportunidades que se pueden abrir para la industria del arándano, especialmente por sus cualidades inmunológicas y nutracéuticas que lo destacan como un fruto vital para la salud humana.

Como decíamos, estamos en medio de la crisis global del COVID19. Aún es prematuro medir los impactos. Pero no hay ninguna razón que impida observar el comportamiento del mundo para ir preparando el rumbo futuro.

Fuente:
Martín Carrillo O.
Blueberries Consulting